Día Mundial de la Fertilidad – 4 de junio

Podría decirse que la infertilidad va mucho más allá del hecho de no poder concebir. Desear un bebé y no conseguirlo puede traer muchos sentimientos de culpa, enojo y tristeza; puede poner tu relación de pareja en tela de juicio y cuestionar todo lo que creías acerca del cuerpo femenino. Por esa razón, cuando finalmente se consigue un embarazo (milagrosamente o con reproducción asistida) tras muchos problemas de infertilidad es común que esos nueve meses no sean la experiencia alegre que siempre soñaste.

Es habitual que te sientas distinta a tus amigas y familiares que se embarazaron “sin problema”; te obsesiones con los síntomas del embarazo; quieras más ultrasonidos, estudios y citas con tu equipo de atención médica; desconfíes de tu cuerpo; te sientas en una montaña rusa de emociones y que tengas miedo de disfrutar el embarazo, crear un vínculo con tu bebé, prepararte para el parto y decorar su habitación.

La buena noticia es que hay formas de combatir las consecuencias emocionales negativas de la experiencia de la infertilidad, tales como la ansiedad, el estrés y la sensación de desesperanza y condena.

  1. Reúne a un equipo profesional para atenderte: es esencial que te sientas escuchada y respetada. Contar con el respaldo de un grupo de médicos especialistas hará crecer tu confianza y te dará la seguridad que necesitas durante el proceso de embarazo y parto.
  2. Crea una red de soporte: atrévete a pedir ayuda a las mujeres que te rodean, tu pareja y tus colegas. Incluso considera asistir a un grupo de autoayuda, hay muchas mujeres embarazadas que están pasando por lo mismo que tú.
  3. Edúcate sobre el embarazo, el parto y la lactancia materna: en lugar de creer todo lo que te dicen busca información certera y cuida las fuentes que consultas, habla con tu equipo médico y resuelve todas tus preguntas de antemano.
  4. Vive el momento presente: emplea prácticas de atención plena, yoga y tai chi. Calma tu mente con respiraciones profundas, una caminata, un baño o aromaterapia.

En Profetal contamos con un equipo de especialistas en Ginecología y Obstetricia, Medicina Materno Fetal, Neonatología, Genética Perinatal, Cardiología Pediátrica, Cirugía Fetal y Nutrición Maternal.

Semana Mundial de la Alergia – 5 al 11 de junio

¿Cuál es “la alergia que le da a las embarazadas”? Tal vez hayas escuchado esta pregunta, pero ¡no se trata de una alergia! Se trata de la colestasis del embarazo, que es una afección hepática donde la bilis se acumula en el hígado (en lugar de salir hacia el intestino), regresado al torrente sanguíneo y afectando la función del hígado.

Generalmente se presenta al final del embarazo y provoca comezón intensa (pero sin sarpullido), principalmente en el área de manos y pies, aunque puede sentirse en todo el cuerpo y empeorar durante la noche.

Otros síntomas incluyen:

  • Ictericia (piel y ojos amarillos)
  • Náuseas
  • Pérdida del apetito
  • Heces aceitosas

Tus hormonas, genes y entorno pueden influir en el desarrollo de esta enfermedad. Algunas complicaciones incluyen preeclampsia, diabetes gestacional, parto prematuro y muerte fetal. Por eso es importante acudir puntualmente a tus citas con el Médico Materno Fetal y alertar a tu doctor en caso de presentar algún síntoma.

Día Mundial de los Derechos del Nacimiento – 7 de junio

Este día se conmemora para destacar la importancia del nacimiento de cualquier persona como un evento especial, el respeto que merece el proceso del parto y la atención adecuada que debe brindarse a la mamá y al recién nacido. Se reconoce que el nacimiento es un acontecimiento que marca la vida de todo ser humano, por lo que se busca que el momento del nacimiento se produzca amorosamente y de la mejor manera, sin llegar a ser muy traumático para la madre o su hijo.

¿Y cuáles son los derechos de los recién nacidos? Según la Declaración Universal de los Derechos Humanos:

  • Todo recién nacido tiene derecho a la vida. Este derecho debe ser respetado por todas las personas y gobiernos sin discriminación por razones de raza, sexo, economía, lugar geográfico de nacimiento, religión u otras.
  • Nadie tiene derecho a realizar acciones que pongan en riesgo la salud del recién nacido o que vulneren su integridad física, sea a corto o largo plazo. Bajo ningún pretexto están justificadas las mutilaciones.
  • Todo recién nacido tiene derecho a una correcta identificación y filiación, así como a una nacionalidad. El Estado debe garantizar este derecho igual que a cualquier otra persona en otras edades de la vida.
  • Todo recién nacido tiene derecho a recibir los cuidados sanitarios, afectivos y sociales que le permitan un desarrollo óptimo físico, mental, espiritual, moral y social en edades posteriores de la vida.
  • Todo recién nacido tiene derecho a una correcta nutrición que garantice su crecimiento. La lactancia materna debe ser promocionada y facilitada. Cuando no sea posible que la madre lacte, sea por razones personales, físicas o psíquicas de la misma, se debe posibilitar una correcta lactancia artificial.
  • Todo recién nacido y toda mujer embarazada tienen derecho a ser protegidos en los países en los que existan conflictos armados. La lactancia materna debe ser promovida y protegida en estas situaciones.
  • El recién nacido es una persona con sus derechos específicos, que no puede reclamar ni exigir por razones de inmadurez física y mental. Estos derechos imponen a la sociedad un conjunto de obligaciones y responsabilidades que los poderes públicos de todos los países deben hacer cumplir.

El concepto de «parto humanizado» o «parto respetado» hace referencia a un estilo de atención médica que se alinea con los derechos humanos en el momento del nacimiento, alineado a las necesidades y los deseos de la madre y/o la familia. 

En la plataforma Pro Derechos del Nacimiento puedes leer más sobre los derechos que un bebé adquiere cuando decidimos darle la oportunidad de nacer, así como los derechos que tiene la mamá gestante durante el proceso del parto y el postparto.

Día del Padre – 18 de junio

El papel de un futuro padre es muy importante durante el embarazo, puede brindar apoyo físico, moral, económico y emocional a la madre gestante y compartir la experiencia del nacimiento de su bebé. Además, el involucramiento temprano de los padres (o figuras paternas) con sus hijos se asocia a un mejor desarrollo cognitivo y socioemocional de los niños, ¡empezando desde que están en el útero!

Formas en las que el futuro papá puede involucrarse durante el embarazo:

  1. Acompañar a la futura mamá a sus citas médicas, ultrasonidos y estudios de laboratorio de rutina.
  2. Leer y educarse sobre las etapas del embarazo, el parto y la lactancia materna.
  3. Proporcionar afirmaciones positivas sobre su imagen corporal y tranquilizarla sobre su capacidad para ser una buena madre.
  4. Crear espacios para que la mujer embarazada pueda descansar y practicar el autocuidado.
  5. Colaborar en los quehaceres del hogar y en el cuidado de los hermanitos.
  6. Preparar alimentos nutritivos.
  7. Asistir con la futura mamá a las clases prenatales o cursos psicoprofilácticos.
  8. Ayudar a preparar su hogar para la llegada del bebé.
  9. Realizar de forma conjunta un plan de parto.
  10. Respetar y defender los deseos de la madre al momento del nacimiento del bebé.